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La mayoría de las familias solemos comenzar marzo junto con las clases de nuestros hijos, y con ello empieza la responsabilidad de dejarlos en la puerta del colegio antes de ir a trabajar. Así, superar el tráfico de los alrededores de la escuela es el obstáculo con el que da inicio nuestra jornada, tanto para quienes llevamos a nuestros hijos en auto o en transporte público, como para los que van caminando porque viven cerca.

Generalmente, las instituciones educativas no tienen un protocolo de seguridad vial para ordenar el tráfico que se genera en los horarios de la entrada y salida de sus establecimientos. Sumado a esto, la mayoría de las veredas son estrechas y no tiene vallas de protección ni medidas adicionales de cuidado para los peatones. Esto hace aún más evidente la necesidad de tomar ciertas precauciones que en La Perseverancia Seguros consideramos esenciales, al momento de dejar o retirar a los menores del colegio.

Por eso te recordamos:

  1. Tené en cuenta que no siempre podrás detener tu auto en un espacio privilegiado.
    La calle principal del colegio suele estar colapsada, por lo que un recurso muy común es dejar el auto en doble fila. Muchas veces es preferible estacionar correctamente tu auto –colocándole también su respectivo seguro y alarma-, en alguna calle aledaña a la institución. De este modo, evitarás posibles daños materiales, sanciones de tránsito y, por sobre todas las cosas, resguardarás la integridad de los niños evitando accidentes.
    Si las circunstancias te obligan a estacionarte en doble fila, procurá encender las balizas. Y que sólo sea una excepción.
  2. Siempre, los niños deben estar acompañados dentro del auto.
    Evitá dejar a los menores solos dentro del auto, mientras realizás sociales con los demás padres o maestros, porque estarán expuestos a los accidentes que se puedan presentar en medio del caos vehicular, o en peligro frente a posibles ataque delictivos.
  3. Prestá suma atención al abrir las puertas.
    Es un requisito para la vida misma, el mirar antes de abrir las puertas. A ambos lados, y en el caso de menores antes de bajar del vehículo, hacerlo focalizando la atención más en los coches y menos en sus compañeros que también están llegando a la institución. Esto permite que crucen con precaución, respetando siempre la senda peatonal y los semáforos.
  4. No los distraigas saludándolos en el momento de cruzar.
    Jamás, mientras un menor está cruzando la calle, se te ocurra gritar su nombre o llamarlo. Aún si se olvidó la mochila, un libro, o algún elemento en el auto, lo mejor es esperar a que esté del otro lado de la calle para avisarle. Así, evitarás cualquier tipo de accidente resultante por la distracción.
  5. La velocidad de manejo debe ser cautelosa.
    Aunque todos estén apurados tanto para llegar como para irse con su auto, el colegio es un lugar en donde hay que manejar despacio y con precaución. Siempre cabe la posibilidad que se cruce cualquier padre con sus hijos o, incluso, algún niño solo debido a ese apuro. Mejor, estar prevenidos.
  6. Si sabés que no llegás a tiempo, mejor pedir ayuda.
    Hay días en que quizá, por tu horario laboral, debas llegar al límite con los tiempos a llevar a tus hijos. En ese caso, te recomendamos contar con un apoyo de algún padre que pueda retirarlos, o del autobús escolar. Además, estarás dando un buen ejemplo a tus hijos de responsabilidad individual con el cumplimiento de los horarios personales.

Por último, un consejo extra que podemos darte debido a la creciente preocupación ambiental que experimentamos, es compartir los traslados con otras personas que vivan en las cercanías. Así, ahorrarás combustible, tiempo y, de esta manera, habrá menos tráfico vehicular a la entrada y salida de los chicos del colegio.

Esperamos que esto te sirva, estamos para asesorarte y cuidarte, nuestro compromiso es con vos.

 

El Equipo de LPS.